Los quemadores de grasa

Quizás podría ahorrarme la escritura de esta entrada si pusiera tan solo una frase: “Los quemadores de grasa eran los cazadores y recolectores del paleolítico, nosotros somos unos acaparadores de grasa”.

Sin embargo, son tantas las consultas que me hacen y los productos que se venden (y por tanto se compran) con esta leyenda, que me siento obligado a escribir algo al respecto.


En principio, hay que empezar diciendo que el gran horno metabólico en donde se “quema” la grasa es la mitocondria, particularmente a través de un ciclo de obtención de ATP (la energía que utiliza el músculo para contraerse), mediante la oxidación de ácidos grasos que ingresan en la célula desde el plasma, en donde son liberados a partir del tejido graso. El entrenamiento es el que provoca que todas las enzimas implicadas en esa función se expresen al máximo de modo que la vía energética esté operativa y a pleno rendimiento. Para ello, por tanto, se precisan dos cosas, entrenar (hacer ejercicio físico de baja intensidad y larga duración), y disponer de todos los compuestos precisos, alguno de los cuales se han convertido en estrellas de los productos de suplementación, como el transportador de la grasa al interior de la mitocondria (carnitina).

Efectivamente, utilizar la grasa como sustrato energético es clave en el rendimiento deportivo en multitud de deportes (a excepción de los que requieren esfuerzos muy cortos y muy intensos). Por ello, partiendo de la base de que el deportista entrenaba al máximo, se ha buscado la forma de suplementar los distintos elementos (enzimas, generalmente) que intervienen en los diferentes pasos desde la entrada del ácido graso en la célula hasta su oxidación y conversión en anhídrido carbónico y agua. Desde el transportador que hemos comentado, la carnitina, hasta supuestos aceleradores del ciclo de Krebs, pasando por inhibidores de las reacciones opuestas (como la glutamina), todo ello se ha utilizado, publicando las experiencias y los estudios realizados en revistas médicas con escaso resultado.

¿Dónde estamos en este momento? Pues en un punto complejo, en el que la L-Carnitina se emplea en deportes de gran fondo, en períodos de entrenamiento de volumen o en vegetarianos, la Glutamina se emplea para promover la síntesis de glucógeno desviando la utilización energética al ciclo de krebs, pero solo en mesociclos específicos y el ácido graso de siempre, el DHA como modulador del transporte de ácidos grasos libres (ante el fracaso de utilizar ácidos grasos de cadena media). Como siempre, respuestas mucho más complicadas que un simple si o no al uso de estas sustancias como ayudas ergogénicas.



Ahora bien, el salto de estos suplementos al mercadeo como “quemadores de grasas” sí que es absurdo y tiene una respuesta sencilla. Cuando no hay utilización de los sustratos energéticos ante una demanda de energía por hacer ejercicio, no hay nada que quemar. Este argumento, se ha soslayado mediante la utilización de fórmulas complejas que incluyen sustancias poco conocidas y, por tanto, mágicas. Un ejemplo de estos productos lo he tomado de Internet sin apenas esfuerzo. El compuesto en cuestión (Adipokill), lleva la siguiente composición: Extracto de garcinia cambogia [60% HCA], L-tirosina, extracto de té verde [50% EGCG], dicafeína malato, beta-feniletilamina HCL, taraxacum officinale 20%, cinnamomum burmanni, cetonas de frambuesa, evodiamine 98%, corteza de sauce blanco 25%, gugulsterona, extracto de serpentina, sinefrina [95% citrus aurantium], sclareolide 95%, BioPerine®, picolinato de cromo.

Ante tal despliegue de compuestos, voy a centrarme, tan solo, en el que significa el 60% del total de su fórmula, la Garcinia Cambogia, una planta de la India, con el aspecto de una pequeña calabaza amarillenta. El fruto se deseca y se extrae ácido hidroxicítrico HCA, que es el supuesto agente inhibidor de la lipogénesis (y, por tanto, facilitador del efecto opuesto, es decir, la lipólisis). Efectivamente, se ha comprobado que, en hepatocitos aislados, el HCA inhibe la síntesis de ácidos grasos a partir de glucosa pero no a partir de acetato. El problema es que ahí se acaba todo, ya que este efecto no se ha demostrado en seres humanos y, no solo con esta sustancia, sino con la totalidad de suplementos quemadores de grasa.


Al final, vamos a lo de siempre, sin esfuerzo, sin voluntad, sin disciplina, ni se consigue mejorar en el rendimiento deportivo, ni se consigue disminuir el sobrepeso en la gente que quiere adelgazar. La pastilla solo adelgaza nuestro bolsillo.

Comentarios

Cristian Martínez ha dicho que…
Hola Doctor
Podría explicar más detalladamente lo del empleo de glutamina para evitar la síntesis de glucógeno?
Se lo comento porque me choca ya que uno de los efectos que provoca es la estimulación de la glucógeno sintasa.

Un cordial saludo

PD: un 10 a su última frase
Dr Villegas ha dicho que…
Es un error (ya lo he corregido en el blog), quería decir promover la síntesis de glucógeno.

Muchas gracias por la corrección (que presume una atenta lectura)
Anónimo ha dicho que…
hola buenos dias dr, soy tecnico en nu
tricion y dietetica podria aconsejarme un programa informatico para realizar dietas.muchas gracias y felicidades por el blog.

jose
Dr Villegas ha dicho que…
Puede utilizar el que he hecho yo (lo proporciono gratuitamente).

Si le interesa envíeme un correo a la dirección:

irugordi@gmail.com


Un saludo
Minely Cerón ha dicho que…
Buen día Dr. Villegas.
Podría usted aclararme si los quemadores de grasa al ser quemadores no específicos también disminuyen la grasa en las mamas. Es decir, al tomarlos pierdes la grasa del todo el cuerpo.

Muchas gracias. Muy útil su blog.

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